El domingo siete de febrero, nos juntamos unos cuantos miembros del club a pasar una mañana haciendo lo que más nos gusta en el robledal de Hornos. El campo vestido de ocres, y el sol que nos acompañó toda la mañana. Me da la impresión de que los nuevos socios se han terminado de enganchar. Ocho puestos de tiro, dos vueltas y a por unas cañitas.